Materia de Arte

Simbología china

Crisantemo

(english)

Poesía, la primera entre las artes. Su expresión escrita, caligráfica, más allá de su significado textual, se exhibe con la belleza de su origen pictográfic0 cuyo trazado, necesitado de ritmo, de energía interna y de una imprescindible pericia, toma autonomía plástica en línea con la pintura, a la que con frecuencia acompaña y complementa. La combinación de lo tácito y de lo concreto, presente ya en los más antiguos textos y ampliado en la brevedad del haiku, terminaría por incorporarse también a una pintura que esboza y sugiere, y en la que los espacios en blanco son tan importantes como los pintados.

En Oriente, el soporte tradicional del arte ha sido el rollo desplegable, enriquecido con ricas sedas, brocados, papeles decorados y materiales nobles como madera, cerámica, laca, marfil, jade, etc. para embellecer los extremos de la barra sobre la que se enrolla. En el dorso del extremo visible del rollo, una vez recogido, se escribe un breve texto identificativo, como título, autor, tema, y para guardarlo se ata con el mismo cordel utilizado para colgarlo. Puede decirse que, desde la época Tang, a donde llegó posiblemente de la India como vehículo de sutras budistas, todo el arte pictórico y caligráfico chino y japonés tradicional se ha volcado sobre este soporte.

El rollo horizontal, cheu en China, makimono en Japón, fue el soporte de elección para textos, como lo fue en el Occidente clásico, pero también admitió la expresión pictórica. Texto o pintura, el rollo horizontal se presta al uso individual. Pictóricamente ha servido como soporte de largos paisajes horizontales que se van desplegando con la misma cadencia con que se pasan las páginas de un libro, con una continuidad ‘cinematográfica’ que rompe con la perspectiva occidental. El rollo horizontal tiene además el privilegio de ser el origen del libro, tal como se entiende actualmente, tras un sencillo proceso evolutivo de plegado en acordeón y encuadernado del lomo.

Por el contrario, el formato de rollo vertical, chou en China, kakemono en Japón, vendrá a ser la alternativa del marco en la pintura de Occidente. Su función es preferentemente pictórica, caligráfica o ambas y su destino es ser mostrado colgado en la pared o enrollado para su archivo y conservación. Puede contener breves poemas o sentencias pero nunca un texto largo, y puede presentarse en conjuntos dípticos, trípticos o más.

La antigua cultura china, consciente ya del valor de la comunicación, tenía en gran valor todo aquello relacionado con la escritura: tinta, tintero y pincel y papel; los cuatro tesoros que darían sustrato material a su cultura y permitiría su pervivencia.

Aguada a la tinta china

Paisaje. Simbología china

El origen de la tinta es legendario aunque los primeros testimonios de su existencia datan de unos tres siglos antes de nuestra Era. Su materia prima es carbón vegetal eluído en aceite de sésamo, cola de cuero de buey como adherente, alcanfor y esencias o aromas diversos. Su forma de presentación, desde la dinastía Tang, es en pastillas o en barras que se solidifican sobre moldes de madera que contienen tallas de bellos dibujos y caligrafías cuya impronta, una vez solidificado el bloque, se colorea generalmente en oro.

El tintero, o más propiamente la piedra de tinta, es el lugar en donde la tinta sólida es nuevamente fluidificada o reconstituida a expensas de unas gotas de agua y un frotamiento rítmico y constante que, lejos de ser una simple tarea mecánica vanal, induce en el artista la imprescindible concentración mental previa a la ejecución creadora. La piedra de tinta, de una textura finamente granular similar a la pizarra, tiene forma de balsa para recoger la tinta y puede tener ricas formas estéticamente talladas sin más misión que la de ennoblecer al objeto.

El pincel apareció en la dinastía Zhou sustituyendo a la punta de bambú. En torno a un mango, de grosor variable y habitualmente de bambú, se construye con pelos de animales, lobo, cabra, tejón, caballo, etc. Su forma actual se remonta al siglo IV.

El papel surge en el siglo II dC, durante la dinastía Han. Se elabora a partir de corteza de árbol, preferentemente morera, aunque también se ha fabricado a partir de bambú, cáñamo, abeto o algodón. A pesar de su temprana invención, para la pintura no fue usado antes de los Yuan por lo que las pinturas Song, de tanta importancia para el Zen, se realizaron sobre seda.

Del Zen, la pintura toma la tendencia a reducir el universo a lo esencial, lo indeterminado (nubes, niebla, humo, noche, etc.) evoca paz, soledad, nostalgia, misterio, vacío. La pintura de paisajes es la plasmación de un estado del alma, de un paisaje interior universal. Arte de interioridad que expresa la idea de unicidad por la que el hombre, por ser naturaleza, es al mismo tiempo Uno y Todo. Wang Wei, que podría ser considerado el primer pintor Zen de paisajes, dejó escrito que antes de pintar, el artista ha de dejarse impregnar. Primero impregnar el alma, después el pincel.

José A. Giménez Mas

 

URBAN GALLERY (.pdf): http://www.urbangallery.es/enlaces/oriente3.pdf

5 comentarios en “Materia de Arte

  1. Cada vez más interesante, José Antonio…
    Todo me llama la atención; pero, esta vez, especialmente, esa alusión a como la tarea de fluidificar la tinta sobre la piedra «…induce en el artista la imprescindible concentración mental previa a la ejecución creadora».
    Gracias.
    ¡Un abrazo!

  2. Hola José Antonio, me ha gustado mucho tu comentario sobre la Materia de Arte, en tu último párrafo creo que está la respuesta a que la pintura Zen en general y la de paisajes en particular guste tanto a cualquier espectador que la contemple.
    Me ha recordado la preciosa exposición de Utebo, donde se exponían algunos de estos 4 tesoros.
    Muchas gracias por compartir con nosotros tus comentarios.

    • Gracias, José Miguel, en la expo de Utebo no hay que olvidar el toque mágico de David Almazán. Además de la belleza de las obras, la orientación didáctica fue obra de un auténtico maestro.
      Lo interesante del Zen es que su actitud debería ser escuela para todo. Con demasiada frecuencia hacemos varias cosas a la vez sin prestar plenamente nuestra atención al objetivo, por pequeño que sea. Eso no sólo nos resta eficacia, nos priva del placer de vivir el momento presente con la intensidad que merece. Es verdad que cualquier forma de arte requiere esa actitud para que el resultado sea auténtico. Lo contrario se nota.
      Un abrazo y gracias.

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