towotowo tarari tararira
tarari agari rararitowo
para Juan, Sara y Jara
Okina es una alegre plegaria propiciatoria de paz, prosperidad y protección que se representa sólo en ocasiones especiales, por ejemplo para recibir al Año Nuevo. No es una obra más de teatro Noh, de hecho es inclasificable en su repertorio, más dado a glosar antiguos y terribles acontecimientos épicos, viejas historias de amoríos frustrados y demonios de ultratumba.

Okina
A diferencia de otras representaciones de teatro Noh, la tensión dramática habitual es sustituida por una atmósfera divertida y relajada, aunque siempre ritual como garantía de una dignidad que ha de fluir limpia y espontánea. A diferencia de otras obras, los músicos, los recitadores del coro, los personajes secundarios y ayudantes, además de los protagonistas, visten de forma distinguida para la ocasión. Como manifestación religiosa que es, el rito integra a la audiencia, esto es, los asistentes no son meros espectadores.
Por su propia naturaleza, no se le puede atribuir autoría personal. Los orígenes de Okina se pierden en la bruma de tiempos remotos que exceden con mucho los del propio teatro Noh. Se apunta a Sarugaku (una forma anterior de teatro de ondas raíces sintoístas), recipiente de tradiciones aún más remotas, de cuyo repertorio serían entresacadas -siglo X- tres de las 66 obras dedicadas a orar por la felicidad.
Tras largo proceso evolutivo fueron incorporadas al teatro Noh en la forma secuenciada de Senzai – Okina – Sanbasō, tres fases para una representación triple unificada bajo el nombre de Okina. Dada su naturaleza divina, Okina es el protagonista primero (shite), siendo Senzai y Sanbasō protagonistas secundarios (waki).
Por orden de aparición:
- Senzai: Joven noble, aguerrido y apuesto que representa a la élite de la sociedad. Coordina y facilita la acción. No lleva máscara.
- Okina: Anciano sabio en quien se encarnará la divinidad propiciatoria. Aunque sale a cara descubierta, se diviniza con la máscara de Okina.
- Sanbasō: Anciano que también sale a cara descubierta y que también acabará poniéndose una máscara, en este caso de color negro. Representa al pueblo llano, alegre y feliz por las gracias recibidas.
ESTRUCTURA DRAMÁTICA
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Antes de la representación
El ritual exige a los actores protagonistas determinadas acciones de purificación -cuerpo y mente- durante una a tres semanas antes de salir a escena.
El día de la representación se depositan las ofrendas (la caja de las máscaras, un abanico, una pequeña campanilla de mano a modo de cascabel en racimos, arroz lavado, sake, etc.) en un altar de madera instalado en el ‘cuarto del espejo’. Este es el lugar en donde habitualmente el protagonista (shite) se viste y se enmascara transfigurándose en el personaje representado. También aquí Okina será una excepción, pues cuando el shite sale al escenario aún no se ha puesto la máscara.
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Entrada al escenario
La actuación empieza con la incorporación procesional del portador de las máscaras (men-bako), shite (Okina), Senzai (en algunas compañías, por ejemplo Kongo, es él quien lleva las máscaras asumiendo así un doble papel), Sanbasō, un flautista, cuatro tamborileros (tres de tambor de mano pequeño y uno de tambor de mano grande), ayudantes y finalmente, el coro. La incorporación se desarrolla a través del puente o pasarela que une el cuarto del espejo con el escenario.
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Okina comienza a cantar y Senzai baila
Conviene aclarar que el shite (protagonista que encarnará a Okina) sólo se convierte en deidad –Okina– cuando se pone la máscara. Dicho actor, aún sin máscara, se dirige al centro de la escena y se arrodilla e inclina profundamente. Posteriormente se dirige a su asiento, situado delante del flautista, y abre la caja de la máscara. La flauta y los tres pequeños tambores empiezan a sonar al tiempo que el shite canta, alternando con las recitaciones del coro, para que el divino se haga presente entre los mortales.
La obra conserva la frescura de su remoto origen en fragmentos textuales onomatopéyicos de ininteligible significado; se dice que su sonoridad evoca tanto el sonido de la cascada como la mística oral del budismo tibetano.
Shite (después Okina)
Towotowo tarari tararira. Tarari agari rararitowo
Coro
Chiriya tarari tararira. Tarari agari rararitowo.
Shite (se dirige a la divinidad)
Venid aquí, venid aquí, os lo ruego, os seguiremos durante mil años.
Coro
Pasaremos mil otoños juntos.
Shite
Deseamos para vos una larga vida, tan larga como la de la grulla y la tortuga.
Coro
Tan feliz como deseas.
Shite
Towotowo tarari tararira.
Coro
Chiriya tarari tararira. Tarari agarira raritowo.
Senzai
Suena el agua de la cascada… Suena el agua de la cascada.
Incluso bajo el ardiente sol …
Coro
… el agua nunca cesa. El agua fluye poderosamente.
Ariu towotowotowo.
Senzai
El agua fluye, fluye majestuosa… Poderosamente fluye, siempre fluye.
Senzai canta y baila. Su función es la de coordinar el desarrollo de la acción facilitando el encuentro de dioses y hombres, despejando el camino para que unos y otros transiten con fluidez. Este personaje representa a un joven de la nobleza, la clase dirigente, que baila enérgicamente sin ponerse máscara. Tres tambores de mano pequeños y una flauta le acompañan.
Senzai
El longevo Emperador suma mil años.
Los mismos que necesita la roca para ser moldeada por el roce del ligero chal de una doncella celestial.
Suena el agua de la cascada. Incluso bajo el ardiente sol …
Coro
… el agua fluye continuamente. Ariu towotowotowo.
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4. Danza de Okina
Mientras Senzai baila, el anciano sabio (shite) se pone la máscara de Okina.

Okina
Es entonces cuando, ya transformado en la deidad de Okina, canta y baila alegre y solemnemente por la paz en la tierra. La música es interpretada por tres tambores de mano pequeños y una flauta.–
Alude en su canto tanto a la naturaleza eterna y perenne del paisaje como a la longevidad de la grulla, simbolizada en el cíclico y renovador ir y venir migratorio, y a la sabiduría de la tortuga que reune en su caparazón la totalidad cielo, tierra y género humano
Se dirige a Senzai.
Okina
Celebro y canto a la larga vida, longeva como la de los dioses de la antigüedad. Larga vida es lo que deseo para ti.
Coro
Soyoya richiya.
Okina
La grulla que vive mil años, alegre y agradecida, canta Manzai-raku.
Diez mil años vive la tortuga del estanque y lleva en su interior los Tres Supremos (cielo, tierra y género humano).
La arena de la playa cruje y refleja el color de la luz del sol naciente.
El agua de la cascada brilla como la plata, desciende irradiando destellos,
y en la noche, sobre el agua, flota la luna majestuosa.
Coro
¿Quién es ese anciano? ¿De dónde viene?
Okina
Celebro la longevidad de mil otoños y diez mil años. Bailo con alegría y gratitud, bailo la danza de Manzai-raku.
Coro
Manzai-raku.
Okina
Manzai-raku.
Coro
Manzai-raku.
Okina vuelve a su sitio, delante del flautista, se quita la máscara y la coloca en su caja, regresa al centro del escenario, se arrodilla e inclina profundamente. Sale por el puente camino del cuarto del espejo.
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Baile de Sanbasō
-Danza Momi-no-dan–
Sanbasō se incorpora y baila Momi-no-dan, la danza sin máscara, a cara descubierta. Con la música de tres tambores de mano pequeños, una flauta, y un tambor de mano grande, Sanbasō, baila y grita emotiva y grácilmente.
Sanbasō
Osae, osae, owo. Qué delicia, qué delicia. Ojalá que esta felicidad nunca se acabe.
A continuación, ya transfigurado por la danza, Sanbasō se pone la máscara negra de kokushiki-jō auxiliado por los ayudantes y entabla un desenfadado y cómico diálogo con el portador de la caja de las máscaras (o, en su caso, con Senzei, tal como hace la compañía Kongo) con el que, fraternalmente, se identifica y considera su compañero.
Sanbasō
¡Auspicioso encuentro! Voy contigo, compañero.
Men-bako (Portador de las máscaras) o Senzei
Sí, aquí estoy.
Sanbasō
¿Puedo preguntar quién eres?
Men-bako (o Senzei)
Ya que me has considerado tu compañero, aquí está tu compañero, a tus órdenes.
Sanbasō
Ya veo.
Men-bako (o Senzei)
Baila y reza hoy, anciano de piel morena, para celebrar la longevidad de mil otoños y diez mil años. Pero, ten cuidado, anciano, baila con cuidado.
Sanbasō
Es fácil para este anciano de piel morena bailar para pedir y celebrar la longevidad.
Nada es más fácil para este anciano de piel morena que bailar hoy Sanbasō para pedir prosperidad y longevidad.
Pero en primer lugar, vuelve a tu asiento y siéntate tranquilo y con dignidad.
Men-bako (o Senzei)
Es más fácil para mi volver a mi asiento que para un anciano bailar. Baila tú primero y luego me sentaré.
Sanba-sō
No, no, por favor vuelve a su asiento. No bailaré a menos que vuelvas a tu asiento.
Men-bako (o Senzei)
Baila primero, por favor, baila.
Sanba-sō
No, vuelve a tu asiento, vuelve a tu asiento.
Men-bako (o Senzei)
Bueno, si insistes… Te entregaré la campanita y bailas con ella.
Sanbasō
¡Oh!, qué teatrero.
-Danza Suzu-no-dan–
Senzai, intermediando entre Okina y Sanbasō, pone en su mano (campanilla de cascabeles) la capacidad de sembrar y cosechar, de dar y tomar… Sanbasō baila Suzu-no-dan, con máscara y campanilla, gesticulando la acción. Con la música de tres tambores de mano pequeños, una flauta, y un tambor de mano grande, Sanbasō baila viva y largamente. Se dice que estos son bailes propiciatorios de una gran cosecha.
Después del baile, Sanbasō y Senzei (o men-bako) salen de la escena por el puente hacia el cuarto del espejo, finalizando la representación. También el resto de los artistas abandonan el escenario, excepto si el programa continúa con la representación de otra pieza teatral. En ese caso, los músicos (excepto dos pequeños tambores de mano) y el coro permanecen en el escenario en el lugar correspondiente.

Sanbasoo
A modo de colofón (o de reflexión)
En el contexto del teatro Noh, Okina es un acto litúrgico para ocasiones especiales. En él se da un extraordinario suceso, la clase dirigente y el pueblo llano se dan cita en torno a un dios benéfico. Ambos comparten un mismo deseo: SER FELICES.
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Dios benéfico, Okina, cuya bondad es un elaborado producto que mejora con los años. La ancianidad es, en las culturas tradicionales, principio de sabiduría y esencia de divinidad. Por eso se canta reiteradamente a la longevidad, tanto por parte del mismo Okina, como de Senzai, que aún siendo joven aspira devenir anciano sabio, y de Sanbasō, el hombre del pueblo llano cuya sabia ancianidad le es reconocida por la imposición de la máscara negra.–
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«Os seguiremos durante mil años…, pasaremos mil otoños juntos…»
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La deseada ancianidad no se restringe al ámbito individual sino que se extiende al humano colectivo y compartido que se renueva, sumando años -miles de años-, generación tras generación: «los mismos que necesita la roca para ser moldeada…».
Que los años sumen sabiduría; bendición de Okina.
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Dios benéfico. La bondad es la manifestación externa de una sabiduría entendida no como mera acumulación de conocimientos y experiencia sino como llave para el juicio ecuánime, la tolerancia, la aceptación radical, la identificación con el otro en lo bueno y en lo malo, en el amor y en el sufrimiento. Sabiduría como fórmula para alcanzar y compartir un modo de SER FELIZ al alcance de todos y que toma todo su sentido cuando se expande y generaliza.
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Okina derramará bendiciones, en forma de ricas cosechas -materiales e inmateriales- que se manifiestan en las alegres y productivas danzas de la siembra y la cosecha de Sanbasō y en su inimaginable compadreo con Senzai, su mediador. Ricos y pobres, nobles y plebeyos, comparten. Realmente milagroso.
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La frescura poética y onomatopéyica de sus ancestrales textos y la exaltación de la Naturaleza, bella y eterna, contribuyen no poco a crear una atmósfera irreal propicia para la intervención divina.
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Como se afirma en the-noh.com, es difícil de explicar con palabras, mejor ir y ver.–Y experienciar personalmente la sacralidad de Okina. ––
Nota aclaratoria
La presente transcripción de la obra dramática Okina es una adaptación libre en español realizada a partir de la versión inglesa (STORY PAPER: Okina) del portal the-noh.com.Significo con ello que, en aras a una mejor comprensión, se ha sacrificado la estricta literalidad de la traducción a favor de una construcción lírica y poética más acorde con el uso del castellano. Por el contrario, tanto el contenido formal como la estructura de la obra han sido respetados en su totalidad.Aunque con el conocimiento y consentimiento de los traductores, debe quedar claro que esta versión en español no constituye una traducción autorizada.Expreso aquí mi gratitud y reconocimiento.
Fuentes
osae, osae, owo
¡ Baila, baila tu niño, alegre Sanbasō !
José Antonio Giménez Mas